Durante años, las heladeritas fueron un símbolo indiscutido de las jornadas en la costa argentina. Sin embargo, esa imagen clásica comienza a desdibujarse de cara al verano 2026. En distintas playas del país ya se observa un cambio de hábito entre los veraneantes, que optan por alternativas más cómodas, livianas y alineadas con una lógica de menor impacto ambiental.
La transformación no es casual ni aislada. La combinación entre innovación, nuevas formas de consumo y una búsqueda de experiencias más simples impulsa a dejar de lado las tradicionales conservadoras de telgopor. Si bien no desaparecen por completo, su protagonismo se reduce frente a soluciones reutilizables y más eficientes, que responden mejor a las demandas actuales del ocio al aire libre.
El fenómeno también se explica por una modificación en la oferta de servicios vinculados a la vida de playa. Balnearios y paradores incorporan propuestas que aseguran bebidas y alimentos fríos durante varias horas, mientras que nuevos objetos comienzan a formar parte del equipamiento habitual. Entre ellos, las mochilas térmicas inteligentes se posicionan como una alternativa cada vez más elegida, reemplazando a las conservadoras tradicionales, consignó C5N.
Esta combinación de factores impacta de lleno en la logística del día de playa. La posibilidad de acceder a frío garantizado en el lugar o de trasladar menos peso desde casa simplifica la organización previa y reduce el esfuerzo físico, una variable que gana importancia entre los turistas.
Cómo son las mochilas inteligentes que ganan terreno en la playa
Las mochilas térmicas inteligentes se consolidan como el reemplazo natural de las conservadoras clásicas. Fabricadas con materiales aislantes de última generación, permiten conservar bebidas y comidas a temperatura ideal durante varias horas sin necesidad de hielo ni acumuladores pesados. Esto no solo mejora el rendimiento térmico, sino que también evita el problema del agua derretida y el peso adicional.
La portabilidad es otro de sus principales atributos. Al distribuir el peso de manera equilibrada y liberar las manos, facilitan el desplazamiento sobre la arena y resultan más prácticas para caminatas largas. Además, su formato reutilizable y resistente refuerza una mirada de consumo más consciente, en sintonía con la reducción de descartables y residuos asociados al telgopor.
En paralelo, los servicios de playa con frío garantizado comienzan a expandirse. En varias costas ya se ofrecen conservadoras premium o packs de bebidas frías incluidos en el alquiler de carpas o sombrillas, una modalidad que modifica la experiencia completa del veraneo al reducir el equipaje personal y agilizar la organización.